En 2015, Andrew Bell estuvo involucrado en un accidente que lo dejó con una lesión de la médula espinal (LME), lo que lo paralizó desde el pecho hacia abajo. La elección de la terapia con células madre y una estimulación epidural como las mejores formas de tratamiento para él, hicieron que Andrew realizara un viaje a Tailandia para hacerse los tratamientos. Ahora regresa a Bangkok, desde su ciudad natal, Inglaterra, para seguir recibiendo tratamiento y rehabilitación, un proceso al que va a dedicar los próximos cuatro meses.
Mientras conducía su motocicleta, Andrew fue golpeado por un conductor negligente. El accidente fue, sin duda, un momento de desgarramiento para los 29 años, teniendo en cuenta el hecho de que siempre había llevado un estilo de vida activo y encontraba satisfacción en correr maratones.
Poco después del accidente, le introdujeron dos varillas de metal en su espina dorsal y, después de tres días, se le informó de que era muy improbable que volviera a caminar.
Rechazando aceptar esto como su destino, se puso en contacto con Epidural Stimulation Now en Tailandia y tras consultarlo, decidió realizar la terapia con células madre y la operación de estimulación epidural. Los resultados iniciales de Andrew fueron impresionantes y como muchos pacientes antes de él, fue capaz de recuperar el control de sus piernas después de unos pocos días.
Totalmente consciente de que el camino a la recuperación es largo y difícil, Andrew toma los buenos días, así como los malos paso a paso, muy a menudo permaneciendo jovial y entusiasta. Sin embargo, estando excepcionalmente en forma, ambicioso y mentalmente optimista sin duda ha ayudado a Andrew en su proceso de recuperación.
La historia de Andrew, que ha hecho noticia en todo el Reino Unido, sigue inspirando y alentando a muchos. Él ahora vuelve a Bangkok, con fuerza y voluntad, y determinado a tener los mejores resultados posibles después de su período de cuatro meses en la tierra de las sonrisas. También espera lograr su objetivo de completar un maratón antes de finales de 2017, aunque, como dice, «me lleva 24 horas»
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